C. Tangana debuta como director con ‘La guitarra flamenca de Yerai Cortés’

El documental explora la relación indivisible entre la cuestión identitaria y la creación artística

Antón Álvarez, más conocido como C. Tangana, ya llevaba tiempo dejando caer sus ganas de dirigir su propia película. El año pasado se estrenaba en el Festival de San Sebastián el documental sobre su última gira, Una ambición desmedida. Este año inauguraba la sección New Directors del Festival con su ópera prima como director: La guitarra flamenca de Yerai Cortés. 

Lo que comienza pareciendo un retrato sobre la propuesta artística de Yerai Cortés, muy pronto se convertirá en mucho más que eso. El músico afirma que su disco trata sobre una pena, que iremos descubriendo poco a poco a lo largo del documental. Esa pena, a pesar de tener nombre y apellidos, lleva años sin ser nombrada, relegada al silencio en su condición de secreto familiar. 

La película también es una reflexión sobre la identidad, en este caso a través de dos dobles. Por un lado, la doble identidad de Yerai Cortés. Para él, provenir de una familia gitana conforma una parte crucial de su identidad y de su música. Pero mudarse a Madrid para continuar su carrera musical le hizo descubrir nuevos entornos que también dejarían huella en su personalidad. Y por otro lado, en este juego de dobles, el documental nos cuenta una sucesión de casualidades que se materializan en la vida de Yerai como una doble presencia del destino. 

Al principio, con esa intervención inicial de C. Tangana hablando a una cámara que se acerca cada vez más a él, uno piensa que quizás la película vaya a estar demasiado marcada por su presencia como director. Sin embargo, pronto pasará a un segundo plano, dejando que sea el propio Yerai quien revele aquello que le impulsa a componer su música.  

Visualmente, la película presenta un estilo propio cuidado al milímetro. La narración transita entre actuaciones musicales y conversaciones con el entorno de Yerai, a través de un montaje basado en los contrastes y los silencios abruptos. Durante las actuaciones, la cámara sobrevuela libremente los espacios, creando una puesta en escena que no deja a nadie despegar la mirada de la pantalla. 

La película se estrenará en cines en España el 20 de diciembre.