Taylor Swift y el adiós definitivo al America’s Sweetheart

El pasado 31 de enero se estrenaba en Netflix “Miss Americana”, el nuevo documental de Taylor Swift, dirigido por Lana Wilson que, a diferencia de anteriores largometrajes presentados por la cantante, centrados fundamentalmente en sus shows, prometía darnos respuesta a multitud de interrogantes que sobrevolaban su figura tras su radical cambio de imagen en ‘reputation’.

Presentado en el Festival de Cine de Sundance, fue recibido con una respuesta positiva por gran parte de la crítica. Ante estas primeras impresiones estaba claro que no íbamos a enfrentarnos a un documental sobre un ídolo adolescente al uso. Taylor Swift, tras 13 años de carrera, se había cansado de ser políticamente correcta.

El filme aborda cronológicamente el final del la era ‘reputation’ y gran parte del proceso creativo del nuevo álbum: Lover, sobre todo su trabajo con el productor Joel Little con quien surgieron temas como ´Me!’. En este tiempo Taylor por primera vez se abre en canal y habla de una forma mucho más explícita sobre la construcción de su imagen artística desde sus inicios hasta su desaparición y su posición actual.

Taylor Swift en el documental ‘Miss Americana’ – Netflix España

“Desaparecer” fue la única escapada posible de la vorágine que la consumió y la puso en el foco de todas las críticas, fruto de sus enfrentamientos públicos como el de Kanye y Kim, o la continua obsesión y presión ejercida sobre sí misma, no solo por la continua búsqueda de la perfección en la calidad de sus composiciones, si no que también por su apariencia física, confirmando así el rumor que corrió en su momento sobre su posible anorexia. Para sobrevivir en la industria ha tenido que autodestruirse, cambiar su forma de ver el mundo y abandonar el continuo deseo de complacencia del público.

Sin embargo, uno de los momentos clave es el juicio por abuso sexual como uno de los desencadenantes para su posterior posicionamiento político público. Vemos como la propia Taylor y su madre se ven obligadas a enfrentarse a su padre y equipo a la hora de dar este paso, dando así un cambio radical al que no nos tenía acostumbrados. Este posicionamiento abiertamente demócrata se ha convertido en uno de los ejes fundamentales en la narrativa de su actual era de ‘Lover’.

En el documental, Taylor Swift trata de romper en cierta medida con la imagen de fría, distante y repelente que buena parte del público y la industria tiene o ha tenido de ella. No busca compasión o dar lástima, aún teniendo oportunidad de hacerlo si hubiese tratado el tema del cáncer de su madre desde una perspectiva menos normalizada y resignada. Ha decidido dar carpetazo a su faceta de niña buena para mostrarse de una forma mucho mas natural, una mujer de 29 años con inquietudes propias que busca alzar la voz para reivindicar todo en lo que cree y reivindicarse también a sí misma.

Se han dejado otras muchas cuestiones en el tintero: ¿Se aclarará algún día lo que realmente ocurrió entre Taylor y Katy Perry? ¿Cuál es la actual relación con los servicios de streaming como Spotify? Y lo más importante: el caso Scooter Braun, Big Machine y la posible re-grabación de su discografía para recuperar todos los derechos musicales de su trabajo. ¿Es la omisión de este tema es un intento de calmar la situación para negociar en un ambiente más distendido? El tiempo lo dirá.

Por: Inés Serrano