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Argentina conquista el Santiago Bernabéu al ritmo de Duki

La escena musical urbana de Argentina es el momento, eso es indudable. Artistas como Nicki Nicole, Emilia, María Becerra, Trueno, Nathy Peluso, Lit Killah, Big One o todos Los Del Espacio se están comiendo el mundo siendo los artistas más importantes actuales. Proyectos entre los que escuchamos sonidos más pop, más trap, más reggaeton, más urbanos… pero que han conseguido calar en el público internacional conquistando fans por todo el mundo.

 

Uno de esos artistas, y me atrevo a decir que es el máximo exponente de esta escena urbana argentina, es Duki, quien tras ocho años de carrera llegó el pasado 8 de junio al Estadio Santiago Bernabéu de Madrid, en España, para consolidarse como la estrella que es. El joven de 28 años me hizo vivir uno de los conciertos en los que más aluciné, sobre todo por la entrega que el público tenía con el artista.

Sin duda, un ambiente muy hetero-masculino, quienes suponen la mayoría del fandom de Duki, aficionados también al fútbol, en concreto a la Selección Argentina, pues mirases donde mirases encontrabas una camiseta de este equipo. Y como no, un grupo de hombres heteros siempre va acompañado de gritos varios. Algunos aclamaban al artista diciendo “Duuuuuuko, duuuuuuko”. Otros insultaban a Taylor Swift, quien había llenado dos veces el mismo estadio una semana antes; pero claro, es mujer, tenían que insultarla o no se quedaban a gusto. 

Y ese público enloqueció en el momento en el que las luces del estadio se apagaron y dieron paso a unos visuales de planetas y galaxias en las pantallas; visuales que el artista utilizó en diferentes ocasiones durante el show a modo de interludio, para cambiarse de ropa, beber agua (o un refrigerio cualquiera) o simplemente respirar un poquito y secarse los chorretones de sudor.

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Ese público que enloqueció al apagarse las luces me dejó alucinado. Creo que en mi vida he vivido tanta entrega por parte de un público, y más si destacamos que la duración del concierto superó las dos horas y media. Esos onvres (en general, en mayoría, porque también había mujeres y algún gay: otro periodista y yo, básicamente) no pararon de gritar, saltar y, sobre todo, de hacer pogos. Un pogo, para el que no lo sepa, consiste en abrir un hueco entre el público, haciendo un círculo vacío de gente, y aprovechar el momento en el que la canción rompe para saltar todos al medio empujándose, tirándose al suelo y siendo unos pedazo de burros. Que oye, yo en las fiestas de mi pueblo cuando la Orquesta Buonasera me canta ‘Fiesta Pagana’ pues igual me meto algún codazo; pero hacerlo entre 80.000 personas era una auténtica locura. Tanto, que los servicios médicos y de seguridad tuvieron que hacerse paso entre la multitud para rescatar en diferentes ocasiones a personas desmayadas tras estos pogos. Que sí, que era una locura y desde gradas se veía increíble el movimiento del público, pero tener que ir a urgencias en la segunda canción del show tampoco era el plan. Creo.

 

El concierto fue una playlist. Duki estuvo durante dos horas y media prácticamente sin parar de cantar, casi sin hablar entre canciones, simplemente terminaba una y empezaba la siguiente. A mí eso me desconecta un poco del show. Me mola que un artista me cuente historias, conecte con el público, explique los significados de sus canciones… Además, el público también lo percibía como una playlist, de ahí tanto pogo y salto. La gente, sobre todo los de pista, no estaban tan atentos al concierto y al artista que tenían sobre el escenario; parecía que estaban en una discoteca donde les habían puesto sus canciones favoritas de Duki y, en grupo, disfrutaban las canciones. 

Pero bueno, hablando de las canciones: pues un montón. Algunas que ni siquiera se sabía la mayoría del público de lo desconocidas que eran. Pero igual que para muchos del público esa noche estaba siendo una playlist masiva, para Duki estaba siendo una de las noches de su vida. Hizo un repaso por toda su carrera, desde sus los temas más underground de trap, hasta los más comerciales de reggaeton; pasando, obviamente, por sus himnos más conocidos. “Rockstar”, “Hablamos Mañana”, “Me Enseñaste” o “Jefes Del Sudoeste” fueron algunas de las canciones que, siendo más desconocidas para el público general, enloquecieron a ese público.

Sin duda, yo me quedo con haber vivido varios de los himnos de Duki en un estadio como ese. Sin ser yo fan del chaval, es imposible no saberte “Goteo”, “Antes De Perderte”, “Top 5”, “Si Quieren Frontear”, “Hello Cotto” o “She Don’t Give A Fo”; y fue espectacular corear estos temazos junto a 80 mil personas más.

 

Pero si algo hizo de esta noche una velada inolvidable fue la cantidad de artistas y amigos invitados que pasaron por ese escenario con Duki. Abro lista, que no va a ser corta:

  • Dicc para cantar “Ferrari
  • Emilia para cantar “Como Si No Importara
  • Nicki Nicole para cantar “Bye Me Fui
  • Lucho SSJ para cantar “1 de Enero
  • We$t Dubai para cantar “Contra Mi
  • Jhayco para cantar “Rockstar
  • CRO para cantar “Arakiri” e “Hijos de la Noche”. Fun Fact: esta última también la canta Ysy A, pero no se lleva bien con CRO así que no salió al escenario, aunque aparecería más tarde a cantar otras canciones. Ojalá haber visto el backstage cuando estos dos se cruzaron.
  • Dano para cantar “Santo Grial
  • Ysy A (ahora sí) para cantar “Nada Mal
  • Neo Pistea para cantar “Vuelta A La Luna”. Además, se queda Ysy A en el escenario para cantar los 3 no solo este tema, sino varios más. Ellos tres juntos son conocidos como “Modo Diablo”, una agrupación bajo la que se han unido a hacer multitud de canciones, y verlos a los 3 a la vez en directo es algo que pasa una vez cada mil años.
  • Bizarrap para pinchar “Brzp Music Sessions #50” y “Malbec

Vamos, que poco más y el tío saca a Aitana a cantar “Teléfono Remix” para que vaya calentando para su Bernabéu. Aun así, a pesar de estar tan acompañado con sus diferentes amigos en las colaboraciones que tiene con ellos, cabe destacar que Duki sacó adelante un show de dos horas y media prácticamente solo, acompañando de una banda de músicos, pero donde el protagonista era él.

 

En definitiva, dos horas y media de música urbana, argentina, de uno de los artistas internacionales más importantes del momento y con el público más entregado que he visto en mi vida. Una noche inolvidable, para mí que viví mi primer concierto en el Estadio Santiago Bernabéu y para los fans del artista (que no se desmayaron en los pogos).

 

Y así fue como descubrí que el Día del Orgullo Hetero existe y es el 8 de junio.

Perfil de autor/a

Dany Vega

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